Gética 2020

[ F I T C á n c e r - 6 ] 3 Visión general de la respuesta inmunológica del cáncer vación linfocitaria dependerá de que predominen las primeras (CD28-CD80, CD40L-CD40, 4-1BB-4-1BB-L, OX-40-OX-40-L, etc.) o las segundas (CTLA-4-CD80, PD-1-PD-L1, etc.). La modulación de estos chec- kpoints con anticuerpos llegó a la clínica hace algu- nos años y mejora resultados en diferentes cánceres. La tercera señal que activa células T se establece a través de la actividad de factores solubles (interfero- nes, citoquinas) que las propias células producen y secretan durante la presentación antigénica. El mejor ejemplo de traslación de este concepto a la terapia antitumoral ha sido el uso de la IL-2 para la activación y expansión ex vivo de los linfocitos infiltrantes de tu- mor (TIL), método que está intentando desarrollarse y mejorar en la actualidad (Fig. 2). A pesar de estas potencialidades de la respuesta in- munitaria, el cáncer es capaz de encontrar formas de escape, romper el equilibrio con el sistema inmune y crecer, y hace esto modificando las propiedades y capacidades de las células del sistema inmune. Estas ideas forman la base de la teoría de la inmunoedi- ción , a la que se invoca más frecuentemente en la ac- tualidad para explicar la relación entre sistema inmu- nitario y cáncer. Mientras que un sistema inmunitario capaz de contener el crecimiento del tumor incluye células T CD8+ con capacidad citotóxica, macrófagos con un perfil M1 (proinflamatorios) o células T CD4+ cooperadoras, un tumor proliferativo y con capaci- dad de metastatizar contendrá células T exhaustas, células T reguladoras, macrófagos de perfil M2 y cé- lulas mieloides supresoras (MDSC) (Fig. 1).

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